El cuidado correcto de las cerraduras que protegen nuestras casas y locales comerciales alarga la vida útil de estos dispositivos mecánicos y se traduce en mayor tranquilidad para nuestras vidas, ya que podemos estar confiados en que nuestros bienes no serán presa de un delincuente que los sustraiga lo que tanto trabajo nos ha costado.
Aunque las cerraduras pueden tener una vida útil que parecen ser eternas, no alcanzan más de 15 años, o al menos ese debería ser el máximo tiempo de uso para cambiarlas, así no se note algún mal funcionamiento aún. Es recomendable, entonces, realizar un mantenimiento periódico anual para garantizar que al menos su labor sea la idónea para seguir cumpliendo su función y evitar encontrarse con “sorpresas” a altas horas de la noche, cuando es más difícil encontrar un cerrajero urgente que nos resuelva el problema.
En cuanto a los consejos para un buen mantenimiento de las cerraduras, este comienza en el mismo momento de ser instaladas, ya que debemos tener cuidado a quién contratamos para ese trabajo y así asegurarnos que tanto la puerta como la cerradura y la llave formen un conjunto armónico y bien alineado. Por lo tanto, es menester pedir al técnico que, al instalar el cilindro, se asegure que este no entre muy apretado ni quede suelto o flojo, pues generará tensión en el conjunto mecánico y contribuye a una posible rotura.
En relación a las llaves, tenga cuidado siempre en insertarlas en la cerradura hasta que se detenga, sin forzar ni hacia dentro ni intentar girarla cuando se encuentra muy afuera, pues esto forzará el cilindro y los pines podrían dañarse en muy poco tiempo, a la vez de correr el riesgo de torcer, doblar la llave o romperla dentro de la ranura, lo que puede dejarla inoperativa y encarecer el servicio de reparación.
También, debe evitarse girar la llave de manera violenta, pues el mecanismo dentro del cilindro está compuesto por piezas y resortes pequeños y delicados, que, con la suficiente violencia, pueden dañarse, bloqueando tanto la cerradura como la llave.
Igualmente, se debe abrir la puerta tirando de la manija o pomo de la misma, no tirando de la llave girada, debido a que somete al conjunto de la cerradura a una fuerza para la que no está diseñada, además de ser incómodo y poco seguro porque se nos puede soltar la puerta y golpearnos o contra la pared, lo que puede debilitar el marco o la puerta misma si es de madera.
Otra de las recomendaciones es no dejar la llave permanentemente en la cerradura; eso debido a que pone una tensión constante en los resortes del cilindro que, aunque puedan parecer muy sólidos, son piezas de alta precisión y su desperfecto evitará que pueda usarse la cerradura hasta que se repare.
Por último, evite introducir aceites dentro de la cerradura y en cambio siempre tenga en su inventario de la cocina o la cochera, un spray especialmente diseñado para limpiar el mecanismo interno de la cerradura, de los que encontrará variadas marcas en ferreterías y tiendas especializadas, de muy fácil uso y que se convierte en el mejor método para alargar la vida útil de sus cerraduras.