A la hora de necesitar un cerrajero, lo primero que se pregunta es si es un técnico confiable que no solo hará bien el trabajo, sino que no se quedará con una copia de la llave para luego venir a sustraer de nuestra residencia los viernes que tanto nos ha costado adquirir, un temor justificado no tanto por la fama de estos trabajadores, la cual mayormente es buena, sino por la sensación natural de dejar este importante aspecto de la seguridad en manos de otro.
Dependiendo de la emergencia, de la premura y de la hora del desperfecto, bien sea de la cerradura de nuestro hogar, local comercial o automóvil al que necesitamos acceder y no podemos, lo primero que se puede hacer es llamar a un cerrajero con servicio de 24 horas, los cuales existen en la gran mayoría de las grandes ciudades y que, tan solo con una llamada telefónica, llegan adonde les necesitan para resolver el problema.
Igualmente, a la hora de solicitar un cerrajero, puede preguntar a los amigos de trabajo o vecinos, que experiencias han tenido con los cerrajeros, qué tal les ha ido con alguno que lo haya dejado bien satisfechos para que nos lo recomiende. Siempre es bueno consultar testimonios de otros, incluso en las páginas web, de cuáles son los más eficientes y confiables.
Entre tantas opciones en el mercado, también es importante saber cuántos años de trayectoria tiene la empresa solicitada, si posee reconocimientos o premios de alguna cámara o sindicato del ramo y si posee las herramientas más sofisticadas a la hora de hacer el trabajo, pues un negocio muy rudimentario tal vez no haga el trabajo como queremos.
Cuando el cerrajero esté trabajando, preste atención a las prácticas de seguridad ¿Las cerraduras que coloca son nuevas de paquete o son usadas? ¿Las herramientas son rudimentarias o modernas? ¿Tienen certificado de garantía las piezas? ¿Existe un certificado con la cerradura donde especifique el número de llaves que trae? Todas estas son preguntas que deben hacerse a la hora de aprobar el trabajo realizado.
Asimismo, busque cerrajeros que ofrecen múltiples servicios pues mientras más versátiles sean, mayora capacitación y profesionalismo tienen. Por ejemplo, si además de reparar y cambiar cerraduras tradicionales, son capaces de reparar cerraduras electrónicas, cada vez más utilizadas o si pueden trabajar con alarmas también.
Aunque no es tan certero, también se debe confiar en el instinto, esperar la sensación que nos da el cerrajero, prestar atención a alguna “mala espina” o “mal presentimiento” que tengamos; sin llegar al extremo de juzgar por la nacionalidad o el color de piel, siempre se puede confiar más en los trabajadores que han pasado toda su vida en la misma localidad, de familias tradicionales más conocidas por la mayoría.
Y finalmente, tenga en cuenta el precio pues, aunque más tengamos que gastar de nuestro presupuesto, quiere decir que el servicio es de mayor calidad, sus trabajadores tienen mejores salarios y las maquinarias y equipos son más sofisticados. Vale la pena pagar más para estar más tranquilos con la seguridad.